Alberto Thirion ilustra a Ramón López Velarde

SE DESHOJABAN LAS ROSAS

En los prados de tu huerto
a la luz del plenilunio
se moría cada flor;
y concurriendo a una extraña
complicidad de infortunio,
en el rosal de mi vida
se deshojaba el amor.

Bien pudiera el peregrino
hacer estación romántica
a la mitad del camino,
y desgranar un rosario
de cuentas sentimentales
por aquel deshojamiento
del alma y de los rosales.

¡Oh novia siempre querida,
cuyas pupilas llorosas
contemplaron la caída
de pétalos y esperanzas
sobre la faz de las cosas,
cuando en la calma nocturna
se deshojaban a un tiempo
las quimeras y las rosas!

La LLanura de Guatimapé / Artwork of Al Thirion

La filosofía de Hegel

La filosofía de Hegel asevera que la unidad que sienten los amantes es efectivamente su verdadera realidad.
Por medio de ella cobran conciencia de sí (nos dice) por primera vez y,en consecuencia,trasienden la aliniación metafísica que les impide a los amantes estar en contacto con su ser último.
Hegel negó que tubiera sentido apelar a un Dios que no estaba presente en la naturaleza misma.Como el Dios (o el espíritu absoluto)en el que Hegel creía era pura bondad,igual que el Dios cristiano.
Los rasgos que resultan de la fusión de hombres y mujeres enamorados,tal como concibe Schlegel,difieren también de lo que describió Kant.
Shlegel que la naturaleza dotó a las mujeres de un temperamento pasivo ajeno a la energía dinámica de los hombres.A diferencia de otros que insistieron en este tipo de distincón entre los sexos,cree que la pasividad de la mujer es la base de su fuerza.
La asocia con aspectos vegetativos que los homres no logran comprender.La capacidad intuitiva de amar que atribuye a las mujeres es resultado de su relación más próxima con el principio orgánico que subyace a toda creatividad.
Al ser pasivas,saben como someterse a la naturaleza y por lo tanto pueden disfrutar de las virtudes del ocio y del amor tranquilo.
Al fusionarse con ellas los hombres aprenden que esforzarse y hacer es menos importante que ser.
Y que la determinación masculina es menos valiosa que la abnegacón femenina.La actividad inquieta,que Schlegel llama"barbarie nórdica"
,se convierte mediante el proceso de amar en"la tranquilidad sagrada de la verdadera pasividad".

En palabras que ninguno de los dos filósofos de siglo XVIII,con la posible exepción de Rousseau,hubiese apreciado plenamente,Schlegel sostiene que"cuanto más divino es un hombre o la obra de un hombre,más se asemeja a una planta;de todas las formas de la naturaleza,ésta es la más moral y la más bella.
Y así el modo de vida más elevado,más perfecto,no sería en realidad más que un puro vegetar.

Olga Kurylenko / 20minutos.es

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